'Mi virginidad vale tres millones'
elmundo.es 01/02/2009
Desvirgar a Natalie Dylan vale 3,8 millones de dólares, o 2,87 millones de euros. Eso es lo que, según ella, está dispuesto a pagar un empresario australiano de 39 años cuyo nombre no ha sido hecho público. Su oferta es la mayor de las más de 10.000 que Natalie afirma haber recibido desde que abrió la puja el 9 de septiembre en el programa de Howard Stern, el rey de la porno radio en Estados Unidos. Todos ellos, hombres. "No he recibido ninguna oferta firme de ninguna mujer", explica la chica a CRÓNICA, en una conversación telefónica desde su casa en San Diego, California.
Natalie está desbordada por las solicitudes. Tanto, que todavía no ha decidido cuándo va a dejar que el australiano -u otro- la penetre, previo pago de la cifra convenida, porque "hay que entregar primero un depósito, para que se acepte la oferta, y luego pagar por adelantado". Además, la subasta del himen le puede aportar otras fuentes de ingresos. La joven, que tiene 22 años, está en contacto con el agente literario neoyorquino David Block para escribir un libro sobre su experiencia y con varias revistas que quieren que se desnude en sus páginas.
También afirma que ha sido sondeada por productores cinematográficos para llevar su peripecia al cine, aunque, en realidad, una historia parecida ya fue contada hace 31 años por el director de cine francés Louis Malle en Pretty baby ('Chica bonita'), un filme que provocó un tremendo escándalo porque en él salía desnuda la actriz Brooke Shields, que entonces tenía 12 años de edad.
Un motivo poco claro
No es fácil saber por qué Dylan ha decidido subastar su himen. El 23 de enero, en la web The Daily Beast, dirigida por Tina Brown (ex máxima responsable de, entre otras, The New Yorker y Vanity Fair), explicaba que la razón era "un experimento sociológico". Es una explicación sofisticada, pero poco original. Porque el 23 de abril de 2000, en el primer programa de la saga de Gran Hermano en España, Mercedes Milá también calificó de igual modo el programa que iba a convertirse en un hito de la telebasura.
En todo caso, seis días después Natalie daba un argumento más prosaico a CRÓNICA: "Lo hago sobre todo para obtener un beneficio económico". Natalie Dylan-aunque ése no es su verdadero nombre-planea usar el dinero para "comprar una casa, y tal vez también algún local comercial, y pagarme un máster".
En realidad, Natalie sólo se quedará con algo menos de 1,5 millones de euros (si el australiano gana). El resto se lo llevará el 'Rancho de los Conejitos a la Luz de la Luna', el burdel de Nevada en el que tendrá efecto la ceremonia del desvirgamiento. Porque lo que hace Natalie es prostitución. Y en EEUU sólo hay un Estado en el que esa actividad es legal: Nevada.
Natalie está desbordada por las solicitudes. Tanto, que todavía no ha decidido cuándo va a dejar que el australiano -u otro- la penetre, previo pago de la cifra convenida, porque "hay que entregar primero un depósito, para que se acepte la oferta, y luego pagar por adelantado". Además, la subasta del himen le puede aportar otras fuentes de ingresos. La joven, que tiene 22 años, está en contacto con el agente literario neoyorquino David Block para escribir un libro sobre su experiencia y con varias revistas que quieren que se desnude en sus páginas.
También afirma que ha sido sondeada por productores cinematográficos para llevar su peripecia al cine, aunque, en realidad, una historia parecida ya fue contada hace 31 años por el director de cine francés Louis Malle en Pretty baby ('Chica bonita'), un filme que provocó un tremendo escándalo porque en él salía desnuda la actriz Brooke Shields, que entonces tenía 12 años de edad.
Un motivo poco claro
No es fácil saber por qué Dylan ha decidido subastar su himen. El 23 de enero, en la web The Daily Beast, dirigida por Tina Brown (ex máxima responsable de, entre otras, The New Yorker y Vanity Fair), explicaba que la razón era "un experimento sociológico". Es una explicación sofisticada, pero poco original. Porque el 23 de abril de 2000, en el primer programa de la saga de Gran Hermano en España, Mercedes Milá también calificó de igual modo el programa que iba a convertirse en un hito de la telebasura.
En todo caso, seis días después Natalie daba un argumento más prosaico a CRÓNICA: "Lo hago sobre todo para obtener un beneficio económico". Natalie Dylan-aunque ése no es su verdadero nombre-planea usar el dinero para "comprar una casa, y tal vez también algún local comercial, y pagarme un máster".
En realidad, Natalie sólo se quedará con algo menos de 1,5 millones de euros (si el australiano gana). El resto se lo llevará el 'Rancho de los Conejitos a la Luz de la Luna', el burdel de Nevada en el que tendrá efecto la ceremonia del desvirgamiento. Porque lo que hace Natalie es prostitución. Y en EEUU sólo hay un Estado en el que esa actividad es legal: Nevada.
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