Una sonámbula engorda 57 kilos..durmiendo
Una sonámbula de 42 años padece un trastorno del sueño que le hace comer descontroladamente en estado de soñolencia, seg
ún publica telegraph.co.uk.
Ella seguía una dieta baja en grasas, pero incomprensiblemente no solo no adelgazó sino que engordó 57 kilos. “Comer mientras duermo está poniendo en peligro mi salud”, afirma la mujer. Anna relata cómo por las mañanas se despertaba cansada y con naúseas y no tenía ganas de desayunar. El misterio se aclaró una mañana cuando se despertó con comida en la cama y la cocina revuelta, “me sentí aterrorizada. No podía recordar nada en absoluto”, confiesa.
Hace dos años le diagnosticaron un trastorno del sueño relacionado con un desorden alimenticio. Fue entonces cuando Anna participó en un estudio del sueño donde las cámaras de visión de la noche supervisaban sus actividades nocturnas y se descubrió que se levantaba a la cocina hasta ocho veces cada noche y consumía más de 2.000 calorías sin saberlo, lo que le llevaba a engordar una media de seis kilos al mes.
Su pesadilla le está causando graves problemas de salud derivados de la ingesta compulsiva de comida durante su estado de inconsciencia como hipertensión, además de sufrir la incomprensión de las personas a quienes le cuenta su historia que lo consideran una historia graciosa.
Ella lo ha intentado todo, sin éxito: desde tener solo los alimentos indispensables en el frigorífico hasta cerrar la puerta del dormitorio para evitar salir, pero se hacía daño, incluso tuvo los ojos morados, y aún así conseguía ir a comer la cocina.
ún publica telegraph.co.uk.Ella seguía una dieta baja en grasas, pero incomprensiblemente no solo no adelgazó sino que engordó 57 kilos. “Comer mientras duermo está poniendo en peligro mi salud”, afirma la mujer. Anna relata cómo por las mañanas se despertaba cansada y con naúseas y no tenía ganas de desayunar. El misterio se aclaró una mañana cuando se despertó con comida en la cama y la cocina revuelta, “me sentí aterrorizada. No podía recordar nada en absoluto”, confiesa.
Hace dos años le diagnosticaron un trastorno del sueño relacionado con un desorden alimenticio. Fue entonces cuando Anna participó en un estudio del sueño donde las cámaras de visión de la noche supervisaban sus actividades nocturnas y se descubrió que se levantaba a la cocina hasta ocho veces cada noche y consumía más de 2.000 calorías sin saberlo, lo que le llevaba a engordar una media de seis kilos al mes.
Su pesadilla le está causando graves problemas de salud derivados de la ingesta compulsiva de comida durante su estado de inconsciencia como hipertensión, además de sufrir la incomprensión de las personas a quienes le cuenta su historia que lo consideran una historia graciosa.
Ella lo ha intentado todo, sin éxito: desde tener solo los alimentos indispensables en el frigorífico hasta cerrar la puerta del dormitorio para evitar salir, pero se hacía daño, incluso tuvo los ojos morados, y aún así conseguía ir a comer la cocina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario